Selección y edición: David Roas

Editorial Marenostrum. Primera edición 2003.
Otra edición intachable, salvo por lo cutre de la portada. He acertado adquiriendo esta antología producida por un enamorado del género, David Roas, que no solo hace una soberbia introducción, sino una pequeña reseña antes de cada cuento, un “Vocabulario”, una “Breve nota sobre los autores antologados” y un Apéndice con diferentes extractos de obras ensayo sobre el tema de lo fantástico. Prima la calidad sobre la cantidad. Realmente es una selección de primera.

 

-Introducción
1.Narrativa fantástica:una literatura de transgresión.
2.España y lo fantástico en el S XIX.
3.Lo fantástico en Hispanoamérica.
 
-Nuestra edición.
 
-Bibliografía fundamental.
 
(David Roas)
-Eugenio de Ochoa : “Luisa” (1837)
“Primer cuento gótico” escrito en español. Todas las características del género. Edad Media. Noche, tormentas, crímenes, seres sobrenaturales: espectros, ondinas, sílfides…en la ancestral Alemania. Un padre mata por celos al mancebo del cual se ha enamorado su hija. Justo al hacerlo, una corriente de agua lo arrastra. Mal presagio. Éste vuelve en un caballo negro convertido en esqueleto; aparece una Ondina que es la madre del muchacho, Arturo, y que trata de vengarse de Luisa. Y lo cierto es que , tras terrible derrota militar, el padre, un barón, sabe de la muerte en el río de su hija que se lanzó al creer ver a su amado. Es curioso como referente bibliográfico.
-José Zorrilla: “La Madona de Pablo Rubens” (1837)
Según Roas, los principales maestros del cuento fantástico son Hofmann y Poe . Este cuento, verdaderamente de terror, estaría en la línea Hofmann. Trata el tema del doble. Eugenio, un pintor enloquecido con la madona de Rubens de la iglesia de Fuelsaldaña, al borde de la locura acude a un baile de máscaras donde cree ver tras una de ellas a la Madona y le quita la careta. Al día siguiente, mientras está delirando de fiebre se presenta el marido a pedir explicaciones. En la habitación oscura solo iluminada por un boceto del cuadro de Rubens en el que el marido ve el retrato de su mujer. Hay una pelea. El marido muere. La “madona” es una especie de cortesana viciosa que ya se había cansado del marido e iba a dejarlo por otro más rico. Un pozo de inmundicia. Eugenio no es capaz de explicar nada a la policía y acaba en un asilo para dementes. Muy buena.
-Gustavo Adolfo Becquer: “El monte de las ánimas” (1861)
Clásico inmortal, ya leído y comentado en otras antologías y en libros del autor. Influenciado por Poe y a la altura de cualquiera.
-Pedro Escamilla: “El país de un abanico” (1873)
Terror duro. Una niña de 16 años llega a convertir su afición por los abanicos en una auténtica monomanía. Un día encuentra un abanico que no es de nadie del pueblo. Tampoco vino nadie de fuera ese día. El abanico presenta un paisaje pero deja algo oculto. Una tapia en medio de un prado, un trozo de pluma, copas de árboles…Rosa, que así se llama la niña, enferma. En su agonía, un buhonero se presenta en su casa y le enseña unas láminas. En una de ellas ve “el otro lado del paisaje”…
-Benito Pérez Galdós: “La princesa y el granuja “ (1877)
Un gran cuento de uno de los Grandes. Pacorrito, un niño de siete años se enamora de una muñeca que ve a diario en un escaparate. Lo que en un principio parece “una historia de amor desquiciado”, da paso a un episodio fantástico y pavoroso. Es un cuento extraño, surrealista, muy influenciado por Hofmann. La felicidad del niño le lleva a una especie de infierno cuando se ve convertido en muñeco. La muñeca, la “Reina” no se sabe si es su adorada o un demonio. “Por los siglos de los siglos”, la misma muñeca se lo dice antes de convertirle en muñeco para poder casarse con él. Pero la vida de muñeco es fría, rígida, dura…”por los siglos de los siglos”…Solo en ocasiones los muñecos pueden reunirse y cenar y disfrutar juntos. Aunque los vendan y los niños los destrozen, siempre se recuperan y vuelven a la tienda. Pobre Pacorrito…
-Pedro Antonio de Alarcón: “La mujer alta” (cuento de miedo) (1882)
Otra obra maestra del cuento de terror español, ésta más en la onda de un Poe que la anterior, más macabra y de un terror más directo. Ampliamente comentada en otras antologías además de en el texto original donde viene el cuento. El miedo irracional que el protagonista de la historia siente cuando se encuentra con una mujer sola en la calle y no hay nadie, terror que le ha perseguido toda la vida. La noche en que la mujer, alta, huesuda, mellada, con un ridículo abanico, se le aparece; la noche en que pierde su dinero en una casa de juegos y la misma noche en que muere su padre. Tres años después la misma vieja y la muerte de su novia. En el entierro de Telesforo, el pobre diablo protagonista, el amigo que narra la historia dice ver a la vieja, riendo obscenamente del entierro y dándose cuenta de su presencia y de su miedo, y señalándole. Afortunadamente para el narrador, 15 años después la vieja no se le había aparecido aún.
Juan Montalvo: “Gaspar Blondín” (1858)
Cuento cortísimo, de espectros, considerado el primer cuento fantástico hispanoamericano. Montalvo era ecuatoriano. En una taberna en los Alpes, el posadero cuenta la historia de Blondín, quien mató a su esposa a causa de su querida, aficionada a la brujería, a la cual incluso lleva una niña que ha raptado supuestamente con la idea de comerla. En cualquier caso solo se le acusa de la muerte de su esposa. Un recién llegado cuenta que Blondín fue ahorcado en Turín, el posadero le reprocha no dejar acabar el cuento, pero el recién llegado se acerca, es Blondín…
-Juana Manuela Gorriti: “Quien escucha su mal oye” (1865)
De espiritismo. Una viuda trata mediante un médium de ponerse en contacto con su esposo muerto, descubriendo que en el más allá a ama a otra. Aparece el tema del umbral, una separación entre nuestro mundo y el más allá.
-Eduardo Ladislao Holmberg: “Horacio Kalibang o los autómatas” (1879)
Sobre el tema de los autómatas, en línea con Hofmann. El cuento es inquietante, tanto por los autómatas en sí, por la posibilidad de sustituir a los humanos, y lo peor…el posible desconocimiento de quienes son unos y otros. Es un cuento adelantado a su tiempo, que marca aspectos de ciencia ficción.
-José María Roa Bárcena: “Lanchitas” (1880)
Esta es buena. El padre Lanzas, de grandes inquietudes culturales, un día es reclamado para confesar a un moribundo que le confiesa haber muerto hace muchos años. Lanzas envía a un mozo para que intente recobrar un pañuelo que perdió y saber, de paso, del moribundo. El mozo descubre que el edificio donde el padre le atendió espiritualmente, lleva años deshabitado. Lanzas acude con el administrador y tras abrir una puerta llena de telarañas, comprobar el mismo hedor que sintió al confesar al moribundo y encontrar su pañuelo, desde aquel día se vuelve medio loco…
-Rubén Darío: “El caso de la señorita Amelia” (1894)
Esta tiene un punto borgiano. Un eminente científico afirma en una cena que el tiempo puede detenerse. Cuenta el caso de cuando era joven y conoció a tres hermanas, Luz, Josefina y la más pequeña, de solo 12 años, Amelia, la cual siempre le pedía chocolates al volver. El científico, doctor Z, vuelve tras décadas y encuentra a las dos hermanas mayores tan viejas como él, pero Amelia sigue correteando y pidiendo sus chocolatinas.
-Leopoldo Lugones: “El espejo negro” (1898).
Buen relato. También con toques de ciencia ficción. El doctor Paulín habla sobre las propiedades del carbón y un joven, a quien impacta con sus teorías, va con él a su casa. El doctor le enseña un espejo de carbón puro en el que, por cuestiones científicas, es posible evocar la imagen de alguien ausente. El joven no puede quitarse de la cabeza la visión de un maleante al que vio hace años y no se reíste a pensar en él. En el fondo del espejo va surgiendo su rostro, ardiendo en el infierno…
Vocabulario.
-Breve nota sobre los autores antologados.
-Apéndice. Misterios de lo fantástico.